Ya está decidido. Vas a dar el paso. Mañana mismo empiezas a correr. Has tomado una gran decisión pero no puedes dejar de lado otra incluso más importante ¿qué zapatillas de running escojo?
Recuerda que el running es un deporte de alto impacto y una buena elección del calzado deportivo puede evitarnos sobrecargas, molestias, dolores y lesiones.
La oferta de zapatillas para correr es inmensa y puede resultar abrumadora al principio. No hay deportivas mejores o peores: cada modelo está pensado para un tipo de corredor distinto.
Las premisas fundamentales que tienes que tener en cuenta son el tipo de pisada que tienes y la superficie sobre la que entrenas.
¿Qué tipo de pisada tienes?
Podemos clasificar a los corredores en función del tipo de pisada que tienen.
Pisada pronadora
Eres pronador si, al pisar, tu tobillo gira hacia el interior del pie. Si tienes los pies planos o tiendes a juntar las rodillas, tienes más probabilidades de ser pronador. En esta categoría podríamos agrupar, aproximadamente, al 60% de los corredores.
Las zapatillas más adecuadas para este tipo de pisada son aquellas que tienen un refuerzo en la parte interior con piezas de gran densidad o materiales como el EVA (Etil Vinil Acetato). Este refuerzo consigue controlar el movimiento y la estabilidad del pie durante la pronación. Busca deportivas que tengan control de estabilidad (te proporcionan estabilidad y amortiguación) o de máximo soporte (son las más estables que existen).
Pisada supinadora
Eres supinador si apoyas en exceso la parte externa del pie durante la pisada. Si tienes los pies rígidos, el arco pronunciado y las piernas arqueadas probablemente seas supinador. Es el tipo de pisada menos frecuente ya que la padecen alrededor del 5% de los corredores.
Es muy difícil encontrar zapatillas específicas para supinadores. Generalmente, para corregir esta forma de correr, se suelen usar plantillas complementadas con un calzado neutro que tenga gran amortiguación en el talón y en los metatarsos. Esta amortiguación se consigue a través de las propiedades elásticas del aire comprimido (cámaras de aire) y la goma.
Pisada neutra
En cambio, la pisada es neutra si el eje vertical imaginario que va desde el tobillo hasta la planta del pie describe una línea recta respecto a la horizontal. Este tipo de pisada representa a un 35-40% de corredores y no necesita corrección por lo que vale cualquier calzado deportivo que tenga una buena amortiguación y estabilidad.
¿Sobre qué terreno corres?
Otro aspecto muy importante a la hora de elegir un buen par de zapatillas para correr es la superficie sobre la que entrenas.
Asfalto. Es una superficie dura por lo que necesitas unas zapatillas con buena amortiguación y que absorban el impacto. Suelen ser deportivas blandas, cómodas y de suela lisa, sin tacos. En este caso, es importante que tengas en cuenta tu tipo de pisada.
Pista (de tierra). Es una superficie de dureza intermedia por lo que la amortiguación sigue siendo importante. Las zapatillas tienen que tener una suela de relieve medio y algunas protecciones.
Trail. Necesitas un calzado deportivo específico para correr por caminos mixtos, con desniveles, de tierra, barro, césped e incluso roca. Tus zapatillas ideales serán aquellas con una dureza media-alta, que sujeten el pie y tengan muchas protecciones. Las puedes encontrar con mucha o poca amortiguación.
Trail extrem. Formas parte de esta categoría si entrenas por superficies con dificultades técnicas muy altas como subidas por terrenos rocosos o bajadas por pendientes muy pronunciadas. Si este es tu caso, necesitas unas deportivas de marcada tracción con una suela de relieve entre medio y grande, que sujeten bien el pie y tengan una dureza media-alta. Este tipo de calzado no suele tener mucha amortiguación pero sí abundantes protecciones.
Ya no te falta nada. Tienes las ganas, el espíritu y sabes cuáles son las zapatillas más adecuadas para ti. Así que no lo pienses más y… ¡a correr!